El periodista Pablo González lleva siete meses en prisión preventiva en Polonia a la espera de juicio sin que los tribunales hayan explicado qué pruebas hay en su contra. González fue detenido el pasado 28 de febrero por los servicios secretos polacos y fue acusado de espionaje. Desde entonces ha pasado por dos cárceles polacas sin haber tenido la opción de defenderse ante los tribunales en un juicio justo.
Desde la Asociación de Periodistas de Investigación (API) pedimos al Gobierno español que exija a Polonia que respete los derechos de Pablo González. A lo largo de estos meses, no han trascendido las pruebas que los servicios secretos polacos tienen en contra del reportero y los tribunales polacos no han justificado la necesidad de mantener entre rejas al periodista a la espera de un juicio justo. Además, en los últimos días, el informador ha denunciado ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo las pésimas condiciones en las que se encuentra en la cárcel de Radom.
El reportero español, que también tiene nacionalidad rusa, fue detenido cuando se encontraba en la frontera entre Polonia y Ucrania cubriendo el éxodo de migrantes producidos por la guerra. Sin la celebración de un juicio justo y sin informar sobre las pruebas que hay en su contra, la detención de González es un ataque directo a la libertad de información absolutamente rechazable. El precedente que establece Polonia con la detención en prisión preventiva de un periodista sin explicar qué pruebas tiene en su contra y permitiéndole comparecer ante un juez inmediatamente después de su arresto sin abogado no sólo va en contra de las garantías procesales de cualquier ciudadano europeo, sino que en el caso de un reportero que estaba en el ejercicio de sus funciones ataca directamente los pilares del propio sistema democrático.
Por si todo esto no fuera ya suficiente para solicitar la mediación del Gobierno español en el caso, la demanda que el periodista ha interpuesto ante el Tribunal de Estrasburgo apremia todavía más al Ejecutivo de Pedro Sánchez para que exija a Polonia que se garanticen los derechos de Pablo González. El periodista, que colaboraba con medios como La Sexta o Público, ha explicado al tribunal que se encuentra aislado en la cárcel de Radom, tanto del exterior como de otros presos. En esa misma denuncia señala que la celda en la que se encuentra no reúne las mínimas condiciones de salubridad y que sufre un constante control de sus movimientos con cámaras y personal de la prisión, algo que no le permite tener la mínima intimidad. Además, la comunicación con familiares y amigos es totalmente irregular y solo puede contactar con ellos a través de cartas que llegan con semanas de retraso.
Por todo ello, desde la API exigimos que se garanticen los derechos de Pablo González y que el Gobierno español solicite a Polonia que se celebre un juicio justo lo antes posible.